Alex Rigal
Difiero cuando aseguran que no recordamos nada sobre los primeros meses y años de vida. Tengo claros recuerdos de cuando alguna vez mi madre me mecía en la cuna o me cambiaba los pañales. Crecí con un maravilloso amor de mis padres hacía mí. sin embargo, nunca logré comprender en aquellos momentos porque la vida funcionaba de esa manera a niveles generales ya que me resultaba todo muy raro, lo que se llama «graves dudas existenciales».
A los 8 años pasé de ser un niño activo e inquieto a tener desgana total por la existencia. Eso me provocó aislarme de los demás, tener depresión constante y comer en exceso.
A los 12 años sólo quería desaparecer y el mundo entero volcó sus pestes contra mí. Algunos compañeros, profesores, supuestos amigos y desconocidos me trataban como basura.
Con 15 años la desesperación me hizo caer en un TCA y poco después decidí entrar en la puerta del infierno.
habiendo fracasado en los estudios me puse a trabajar en la noche y en bares.
Con 27 años marché a Toledo y después a Madrid para ganar dinero en otros sectores.
Con 30 años volví a mi ciudad natal (Ciudad Real-España) para evolucionar en telecomunicaciones. A pesar de mis problemas ya me relacionaba con muchas personas pero a los 35 años el fuego que habitaba en la morada donde residía me quemó por completo. La nocturnidad era mi aliada y con 37 años tal era mi bloqueo mental que dejé de poder hablar hasta los 42.
En el año 2016 mi intención era morir pero una inesperada felicidad sobrenatural me visitó cuando los médicos me daban por perdido. Ahí es cuando Dios hizo su obra conmigo por lo que creo en los milagros.
A partir de ese instante, después de haber nacido en plena observación y tener la necesidad constante de dar a conocer mis ideales vi oportuno hacerme público en redes sociales.
Ahora trato de seguir mejorando a nivel personal, evolucionando en mi profesión y reconociendo que dones y talentos y perfilando lo que me otorgó el creador.
porque así es y así será.
